Después de la excesiva “I saw the Devil”, la gran decepción que me supuso “The Yellow Sea”, y tras el visionado ayer de “El hombre sin
pasado”, ya es oficial: el cine de acción coreano no es para mi. Ciertamente, no alcanzo
a comprender, ya no la excelencia, sino ni siquiera el éxito de este tipo de
cintas: historias simples y huecas, meras excusas para la casquería gratuita (no
pueden faltar el cirujano...