En Septiembre de 2009 comenzaba en Córdoba, el rodaje de ‘La
Mula’, la adaptación que Michael Radford (‘El
cartero y Pablo Neruda’, ‘El mercader de Venecia’) se disponía a hacer del libro homónimo del
escritor jienense Juan Eslava Castro. Nada parecía presagiar entonces los innumerables problemas
entre Radford y la parte española de la producción, Gheko, la productora de
Alejandra Frade, que acabaron con Radford desertando del rodaje y renunciando a
firmar guión y dirección del film. Finalmente, el rodaje tuvo que terminarlo
otro director contratado por la productora española.
La historia nos habla del cabo Juan Castro, un “mulero” traspasado
por despecho al bando nacional de la Guerra Civil, combate sin demasiado afán
ni ideales. Un día se encuentra una bonita mula blanca que arrastra el cadáver
de un combatiente republicano. Con la misma facilidad que la guerra separaba
familias y amigos, Juan decide cambiar de bando a Valentina (como así la
bautiza) y adoptarla. En estas está Juan cuando conoce a Conchi (María
Valverde), una hermosa joven católica del pueblo durante un baile. Mientras la
corteja, y la guerra agoniza, Juan hace planes de futuro junto a Velantina y
Conchi, llevando una vida sencilla en su quintería cuando acabe la contienda.
‘La mula’ es, ante
todo, un entrañable y divertido alegato antibelicista, valiente además por
situarse en el bando nacional para, huyendo de maniqueísmos panfletarios, mostrar
la barbarie desde un punto de vista desmitificador (la genial escena de
entrada, una mezcla de Berlanga y ‘Salvar al soldado Ryan’) y el sinsentido que la guerra representaba
para gentes sencillas de ideales prosaicos como Juan Castro. Valentina, la
mula que se convierte en motivo de lucha y de ilusión para Juan, se antoja una
metáfora de la sencillez, de la
humildad, del trabajo y la subsistencia, que era lo único que importaba a
muchas personas durante la guerra. Otra potente imagen de gran consonancia es
la de los campesinos mirando el zepelín nazi que sobrevuela su campos, cual ovni
en plena invasión alienígena, incapaces de comprender cómo algo tan grande
puede mantenerse en el aire.
Con un gran elenco de actores, entre los que Mario Casas y
María Valverde (cuyo romance, al parecer, comenzó en el rodaje) son los ganchos
más destacados, ‘La mula’ avanza sobre un guión muy bien trenzado, donde (sin
haber leído la novela) se adivina la mano ‘americana’ del británico Radford. El film combina bien los momentos
dramáticos y cargados de significado (la elección del bando por despecho, la
lealtad de los amigos separados por la guerra, el alférez que no se atreve a
cambiarse de lado) con la simpática comedia
(el momento del obispo sobre la mula), a lo que ayuda la presencia de Secun de
la Rosa (‘Días de fútbol), un habitual del género.
El film se estrena por fin el 10 de Mayo, tras haber estado
paralizada su distribución por el conflicto entre Radford y los productores
españoles. ‘La mula’ compitió en Málaga, donde Mario
Casas recogió la Biznaga de Oro al mejor actor, un premio quizá algo
excesivo, pese a su correcta interpretación y su esfuerzo por hablar con acento
andaluz. Casa entró en la producción tras renunciar Oscar Jaenada.
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