
Solo quiero caminar (Agustín Díaz Yanes, 2008)Extraño híbrido de película gangsteril tarantinesca y drama coral femenino almodovariano, que no funciona como ninguna de las dos cosas. Porque el film de Diaz Yanes es desastroso no ya en su propuesta o en su discurso, sino en facetas tan obvias como la descripción de sus personajes, el concepto básico de ritmo cinematográfico o en la dosis de información necesaria...