6/10/11

"No habrá paz...": el nuevo thriller de Urbizu, más apreciable y contundente en sus intenciones que en su resultado final



Adoro la infravalorada ‘La caja 507’ (Enrique Urbizu, 2002), quizá el mejor thriller español que recuerdo, aunque posiblemente también influya lo (inexplicablemente) poco que se prodiga nuestra cinematografía por esos terrenos. Por eso, con prácticamente los mismos ingredientes en la receta, esto es, guión de Urbizu y Michel Gaztambide, y Coronado como protagonista, “No habrá paz para los malvados”, desde su evocador título y su cartel, se me antojaba otro hito. Nada más lejos de la realidad.

A Urbizu hay que reconocerle, sin embargo, las intenciones. Alegra comprobar que no hace falta ver una de Torrente para ver desfilar por la pantalla mafias, policías corruptos, bandas de atracadores de bancos, o para ver algún tiroteo patrio. En efecto, el cineasta bilbaíno parece empeñado en la noble tarea de rescatar de la realidad española el material dramático necesario para componer un paisaje que sirva de telón de fondo a un género menor en nuestro cine: el thriller policiaco. Un paisaje compuesto por las cloacas de la ciudad, por descampados, clubes de alterne, fincas campestres, por desguaces y almacenes, y habitado por un elenco de personajes que van desde el glamour inherente a los grandes capos mafiosos hasta cierta hosquedad y aspereza típicamente ibéricas. Un paisaje en el que también se desarrolla esa maravilla de serie que es 'Crematorio' (Canal+, 2011, y que La Sexta emitirá este año). ¿Alguién podría decir que no son productos genuinamente españoles? Con esas grandes intenciones, hay que lamentar que esta 'No habra paz…' no haya sido mucho más.

Y es que 'No habrá paz...' carece de algo que sí poseía ‘La Caja 507’: un gran guión. Aquí nos encontramos a Santos Trinidad, una suerte de cruce entre el Torrente más casposo y un Alonzo Harris (D. Washington en 'Training Day') castizo, paseándose por la línea que separa el bien y el mal con su cubata de ron, su calibre 38 y sus expeditivos métodos para hacer justicia. Un quijote borrachuzo, seco y violento. Sin embargo, a pesar de que Santos Trinidad tendría todos los números para formar parte del imaginario popular junto a otros héroes repulsivos como el propio Torrente, y villanos fascinantes como el Malamadre de ese otro genial thriller patrio que es ‘Celda 211’ (Daniel Monzón, 2009), el retrato de Trinidad está algo desdibujado, y es difícil empatizar más con él, a pesar del gran trabajo de un excelente Coronado, que parece haber encontrado en ese perfil áspero y violento (Trinidad recuerda mucho a Rafael Mazas) lo que Bruce Willis encontró en John McClane, es decir, una especie de mímesis entre actor y personaje.

Por otro lado, los personajes secundarios resultan planos y sosos, y algunos aportan poco o nada, como sucede con el de Rodolfo Sancho, compañero de Santos, que bien hubiera podido ser un Jake Hoyt (Ethan Hawke en 'Training Day'), pero que se queda en una simple comparsa. Por otro lado, la pretendida aspereza y negrura de la historia parecían pedir para la policía judicial algo más que el correcto debut de una cándida Helena Miquel (cantante de Delafe y Las Flores Azules) y la cara de osito adorable de Juanjo ‘Verano Azul’ Artero. Sirva decir que en la única escena del personaje secundario de Sancho Gracia en ‘La caja 507’ había más emoción y verdad que la que inspiran aquí todos los secundarios. Y así, el film se agota en la cruzada de su personaje principal, y en una trama estirada, falta de ritmo y de tensión, con demasiados huecos que el espectador (al menos, servidor) no es capaz de completar, acaso por déficit de atención. 

Pareciera que arrastrado por las carencias del guión, el Urbizu director tampoco parece dar con el tono ni el ritmo adecuados prácticamente en ningún momento, y ni siquiera la  ambientación, la gran baza del film junto a su personaje principal, es todo lo buena que podría haber sido.

Por todo ello, y aunque se me haga muy difícil porque aprecio profundamente la propuesta, no me queda más remedio que ponerle a 'No habra paz…' un aprobado justo y pedirle a Urbizu que siga transitando esta senda, pero la próxima vez con algo más de acierto.

1 comentario:

Monidala dijo...

Totally agree: está sobrevalorada. También a mí me gusto mucho más La caja 507.