Como es domingo por la noche, hoy voy a hablaros de futbol. En
concreto, de “Días de futbol”, la que es, en mi opinión, una de las mejores
comedias españolas modernas.
Escrita y dirigida por David Serrano, guionista de la exitosa
“Al otro lado de la cama”, habla de un grupo de amigos en sus middle-treinta (Dios, cuando la ví en el
cine eso me quedaba aún lejos…), cuyas vidas son un pozo de miserias. Cuando
Antonio (Ernesto Alterio) sale de la carcel, intentará ayudarlos a todos utilizando sus nuevos
conocimientos en psicología, y para ello, les propondrá apuntarse a una liga de
futbol de barrio como cuando hace años ganaron una copa. El objetivo de Antonio
está claro: sus amigos necesitan volver a ganar algo para recuperar la
autoestima. En especial Jorge (Alberto San Juan), a quien acaba de dejarle su novia (Natalia Verbeke) tras pedirle matrimonio.
Alguien dijo que la comedia es verdad + dolor, y “Dias de
futbol” es una comedia dramática coral cuya
mayor virtud es que es tremendamente amarga, pero tremendamente cómica, completamente
disparatada pero completamente real. Lejos de la estilización y de la elegante puesta
en escena de "Al otro lado...", Serrano realiza aquí (con parte del
mismo grupo de actores) una semblanza de lo
chabacano, de lo "tipical spanish", del pasodoble en la boda y la caña en el bar, de las miserias, la existencia gris y los sueños frustrados de la gente de la
calle. Quizá por eso, no tuvo el éxito de aquella, porque a una gran parte
del público no le gusta ver sus miserias reflejadas en la pantalla. Otro dirán
que “es otra españolada”, pero es una españolada consciente de serlo, un fiel retrato
hecho a pie de barrio, con mucho cariño y con mucho dolor.
El guión es sublime, de estudiarlo en escuelas, y tiene escenas y diálogos antológicos. Estos últimos captan como
nunca antes la voz de la calle, llevándola hasta una hiriente y
desternillante caricatura:
-
JORGE: Qué
bien huele eso. A ver si te sale socarradito como a mi me gusta.
-
VIOLETA: Sí
huele bien, si. Es que Miguel tiene una mano para el sofrito...
-
JORGE: Violeta, ahora que estamos hablando un poco de todo, te quería preguntar
por lo que hablamos el otro dia...lo de casarnos, y eso. ¿Te lo has
pensao?
-
VIOLETA: Bueno...un poco sí me lo he pensado...pero poco, Jorge, me lo he pensado
poco...
Serrano crea un puñado
de personajes perfectamente trazados, y les da vida gracias a un amplio reparto
en estado de gracia. Alberto San Juan y Ernesto Alterio nunca estuvieron tan bien, porque Jorge, el oficinista gris e hiperresponsable sometido a una presión excesiva, apunto
de explotar, y Antonio, el ex presidiario psicólogo, tan impulsivo y violento
como entrañable, son dos "caramelos" de personajes. Y cuando los
buenos actores (que en España los hay, aunque no sean ni el problema ni la
solución) tienen un buen guión con buenos personajes entre las manos rayan a un
nivel superior.
En “Días de futbol” hay espacio para la carcajada, para el
patetismo, para la amistad verdadera, para la sonrisa amarga (muy amarga), para
el romanticismo (las escenas de Antonio con su antigua novia Macarena son de lo
más verdadero y bonito que se ha filmado en el cine español, cada vez que las veo no puedo
evitar unas lagrimitas…), e incluso para el humor de trazo más grueso (que es,
tristemente, lo que la gente suele recordar, como las escenas del cerdo Manolito).
Y es que en esta película todo funciona a la perfección: la puesta en escena, la caracterización de los personajes, el vestuario, las localizaciones (el madrileño barrio de La Elipa), todo va en el sentido de la historia.
Por gustarme, me gusta hasta un detalle: en la aparentemente disparatada
psicología de Antonio hay mucho de cierto, y creo que su plan para ayudar a sus
amigos, su particular “terapia futbolística”, es una idea genial, además de un hallazgo
fabuloso del guión que asegura momentos desternillantes.
Aparte de San Juan y Alterio, completan el reparto Natalia Verbeke, Roberto Álamo, Natalie Poza, Secun de la Rosa, Pere Ponce, María
Esteve, Pilar Castro, Eva Santolaria, y el siempre solvente Fernando Tejero, que se llevó el Goya al mejor
actor revelación en su primer papel en cine.
Pues eso, que los que no la hayáis visto, ya estáis tardando,
y los que la hayáis visto, revisadla. Yo lo hago cada cierto tiempo y me sigo
tronchando y emocionando con esta cuadrilla.
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