14/12/12

Infancia clandestina (2011): decepción con acento porteño


Benjamín Ávila (Buenos Aires, 1972) demuestra varias cosas: la primera es que ni un buen tema ni una implicación personal en el mismo bastan para armar una buena película. Una mirada a uno de los episodios más oscuros de la historia de Argentina, la represión, a finales de los 70, de los montoneros por parte de la dictadura de Videla, por medio de los ojos de un niño (la historia está inspirada en la infancia del propio director), podría sonar a buen material. Sin embargo, cualquier episodio de “Cuéntame” (uno no puede evitar encontrar semejanzas) tiene más poder narrativo y más emoción que este film.

Los padres de Juan (Teo Gutiérrez Moreno), Horacio (César Troncoso) y Cristina (Natalia Oreiro), montoneros exiliados de la dictadura militar argentina, deciden volver a su país para continuar con la lucha. Desde entonces convivirán con el tío Beto (Ernesto Alterio), hermano de Horacio, con sus nuevas identidades (Juan pasará a ser Ernesto), y con el miedo continuo a ser descubiertos. Además, Juan / Ernesto verá cómo las decisiones de sus padres comprometen su propio futuro y su felicidad.


La segunda cosa que demuestra Benjamín Ávila es que o carece de sentido del ritmo y de la planificación o aquí no los ha encontrado. Y es que no por necesarios, debemos aplaudir estos films de forma acrítica. Su innegable valor como testimonio de la abominación y el recurso enternecedor de la mirada infantil (que aunque justificada aquí, empieza a convertirse en un lugar demasiado común) le habrán valido su elección para representar a Argentina en los Oscar 2013, pero no salvan artísticamente, en mi opinión, un relato deslavazado que solo sube enteros en momentos puntuales: cuando nos hace sentir (y casi envidiar) ese primer amor infantil (ayudado por el encanto de la niña Violeta Palukas), o la discusión con la abuela Amalia (Cristina Banegas), pero en general, el desarrollo anodino inclina la balanza hacia el aburrimiento. Su pobre dirección artística (la fotografía pretendidamente grisácea, pero plana; la discreta ambientación) tampoco ayuda en exceso.

De lo poco destacable, Ernesto Alterio, que brilla por encima del resto, componiendo un personaje entrañable, el tío ­­­­­­­­Beto, que se convertirá en un referente para Juan / Ernesto por su alegría y sus ganas de disfrutar de la vida.

“Infancia clandestina” llega a las salas españolas el próximo 21 de Diciembre.

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