13/3/09

Plano Detalle: El Cine Negro (1)

En esta nueva sección, "Plano Detalle", más allá de la crítica de films en concreto, analizaré y expondré mi opinión sobre temáticas, géneros y demás materias teóricas del cine. La inauguraré hablando de uno de mis géneros favoritos: el Cine Negro

El Cine Negro nació en Estados Unidos, en la década de los 40, y es comunmente aceptado que el film que inauguró el género fue "El Halcón Maltés" (The Maltese Falcon, John Huston, 1941). Sin embargo, el film noir (como se le llama en EUA, tomando la denominación que nació en Europa para referirse a aquellos films americanos) es un género muy heterogeneo, y existe bastante controversia en cuanto a sus características principales y la clasificación de filmes pertenecientes al género. Puesto que autores y críticos no se ponen de acuerdo al respecto, no seré yo quien intente establecer ningún criterio sobre la materia. Simplemente me limitaré a apuntar las lineas maestras de lo es para mí el cine negro, poniendo algún ejemplo de algunas de mis películas favoritas.

Fotograma de "Perdición" ("Double Indemnity", Billy Wilder, 1944)

Elementos principales del Cine Negro

En primer lugar, podríamos hablar de una temática casi siempre en torno al delito y/o al crímen de sangre. Sin embargo, aunque se suele identificar el cine negro con el cine policiaco, hay varios factores que los diferencian:

Mientras que en los filmes policiacos, el papel del criminal está reservado para el antagonista, y es el protagonista (normalmente un policía o detective) el encargado de perseguir ese crimen, el film noir opone a esta óptica maniquea del bien y el mal un mayor grado de profundidad psicológica y de ambieguedad moral. En efecto, en la mayoria de films negros, el criminal suele ser el propio protagonista (“Perdición" / "Double Indemnity", Billy Wilder, 1944; “Perversidad” / "Scarlet Street", Fritz Lang, 1945), o al menos, las fronteras del crímen, la linea entre el bien y el mal, se difuminan (“Detour”, Edgar G. Ulmer, 1945).

Cartel de "Detour" (Edgar G. Ulmer, 1945)

Así, mientras que el cine policiaco suele hablar de corrupción social (delincuencia, crimen organizado, psicópatas sistemáticos, etc.) o política (tramas políticas, gubernamentales, institucionales, etc.), el cine negro habla de la corrupción del alma humana, la del propio protagonista.

Por otro lado, mientras que en el cine policiaco, como hemos dicho, el protagonista suele ser el policía (y en el de gangsters el propio gangster, como en “El Padrino”, “Scarface”, etc.), otra diferencia del cine negro es que el protagonista suele ser un tipo corriente. En este sentido, son bastante comunes los detectives privados (“Chinatown”, Roman Polansky, 1974; “El Halcón Maltés”), más cercanos a la órbita policial, pero tambien podemos hallar prototipos más grises como un gestor (“Con las horas contadas” / "D.O.A.", Rudolph Maté, 1950), un abogado (“Fuego en el cuerpo” / "Body Heat", Lawrence Kasdan, 1981) o un agente de seguros (“Perdición”) o un pianista (“Detour”). En cualquier caso, aunque anónimos, suelen ser tipos duros, con el encanto de venir de vuelta de todo (Jack Gittes en “Chinatown”, Sam Spade en “El Halcón Maltés”, Walter Neff en “Perdición”), muchas veces al margen del sistema, y finalmente abocados al universo del delito (cometido o no por ellos), por un cúmulo de factores.

Y así entramos de lleno en los factores, las causas y motivaciones que llevan a estos personajes a su particular descenso a los infiernos, que comentaré en próximos posts.

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