7/9/12

Viggo Mortensen viaja a la Argentina profunda


Despues de Alatriste (Agustín Diaz Yanes, 2006), Viggo Mortensen vuelve a hablar español. Ese es el mayor reclamo (sobre todo en los países de habla hispana) del primer film de Ana Piterbarg, que de otra forma no tendría mayor notoriedad. Porque estamos ante de esos que ‘ni fu ni fa’. Demasiado lento para que su trama enganche, demasiado superficial como para reflexionar sobre ciertas cuestiones profundas como seguramente pretende.

El caso es que la premisa tiene su gancho: dos hermanos gemelos (Viggo, por partida doble), uno, Pedro, aventurero y mezquino, vive en el delta del Paraná (algo así como la Argentina profunda, otro de sus puntos de interés), el otro, Agustín, lleva una vida aburrida como pediatra en Buenos Aires junto a su esposa (Soledad Villamil, en un personaje desaprovechado que no se sabe muy bien qué aporta). Tras la muerte de Pedro, Agustín decide suplantar a su hermano y viajar hasta el Delta del Tigre para hacerse con el dinero del último trabajo de su Pedro, pero se encuentra con que su hermano es un delincuente buscado.

Uno de los principales problemas del film es que, de entrada, no se sabe muy bien a qué juega. La cosa tarda en arrancar, la directora incluso quiere darle un poco de suspense a la cosa alternando la vida de los dos hermanos hasta que se cruzan y haciendo parecer que está siguiendo a una sola persona dando saltos en el tiempo. Luego, según se va desarrollando el film, tampoco es fácil avanzar por donde irán las cosas, y servidor, por momentos, tiene la sensación de que la butaca no es cómoda, o de que no han puesto el aire en la sala.

Luego está el protagonista, Agustín, cuyo comportamiento y motivaciones quedan ocultos la mayor parte del tiempo. Falta introspección o elementos externos que expliquen al personaje, pero lo cierto es que cuesta empatizar con él y con sus decisiones.

Si, como dice el título, ustedes tienen un plan para esta tarde, no lo cambien por ver la película. Ahora bien, si están abrridos y les interesa ver la doble interpretación de un maduro y barbudo Viggo Mortensen que, lejos de acomodarse en Hollywood, sigue transitando los márgenes y coqueteando con otras filmografías, o si estan hartos de cine argentino urbanita y filosófico y quieren suergirse en la Argentina profunda, esta podría ser su película.

1 comentario:

Monidala dijo...

Pedro y Agustín?? Cómo los Almodóvar??? Me parto...
Pues oye, pintaba mejor de lo que, por lo que cuentas, es.